viernes, 29 de abril de 2011

Pasión

Quisiera describirte ese fuego, esa ardiente sensación, pero apenas tengo palabras en mis dedos que puedan acercarse a su definición. Es una caricia al alma, más que un simple chisporroteo en mi interior, es todo lo que puedo darte pero insuficiente para todo lo que quisiera entregarte yo. No se trata de un sentimiento, ni siquiera de una emoción, mi mente es incapaz de encontrar la forma exacta de explicar con palabras eso que siente el corazón.


Quisiera darte ese fuego, hacer que lo sientas como yo lo siento, que su cálido aliento llegue hasta el más recóndito lugar y sientas su calor en todo tu cuerpo. Quisiera poder compartir contigo ese bienestar que me origina con el simple roce de tu mano, quisiera recordarte que no hay vida si no estás a mi lado.

Quisiera gritar de placer al sentir tu cuerpo, gritar muy alto, cuando ese fuego recorre mi espalda y acaba saliendo de un solo salto. Un solo segundo se vuelve interminable cuando con tu magia paralizas el tiempo… alma, cuerpo y corazón se paran para escuchar el último aliento.

Quisiera hacerte saber todo lo que eres capaz de hacerme sentir, pero tan solo pensando en tu sonrisa mi mente se paraliza y las palabras se niegan a salir.

Es un fuego interminable e inextinguible, es una única sensación, es todo lo que puedo darte, pero insuficiente para todo lo que quisiera entregarte yo.